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SALDAÑA blog

Bailaré sobre tu tumba

La justicia es ciega. Es la buena justicia, sin distinción. Así se ha venido representando el ideal de Justicia durante siglos. Quién imparte justicia solo debe observar los hechos y no a las personas.

El ideal de justicia es determinado por cada sociedad, y  ésta y aquélla van variando, una más tarde que otra.

Ha llegado la hora de una verdadera revolución en la Administración de Justicia. Más dinero, mejores empleados públicos, más cercanía al ciudadano y menos tiempo en reparar el daño. Le ha llegado la hora de su reconversión industrial. De su democratización. De dejar de ser un mercadeo de puestos para los partidos politicos.

Espero que el asunto Garzón mueva ficha en sus arcaicos palacios de Justicia. El personal esta harto de Magistrados del Tribunal Supremo sentados en sus vetustas sillas. Quiere agilidad, y Garzón, con sus equivocaciones, representa ese inmediatez. Hoy convocan a la prensa extranjera para explicarles de qué va todo esto.

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