Por la costa

 

 

Me despido de Ilo por la carretera 15 A. Me acompaña el tren que va hacia la Fundición y radio Altamar. Escucho los anuncios de la Universidad, de los programas de Caritas y de la Municipalidad de Ilo sobre cursos de formación y música, mucha música, mucha cumbia. También oigo las noticias y reflexiono sobre la corrupción ante la noticia del llamamiento del Frente Defensa de  que solicita un voto inteligente y en contra del corrupto Jorge Mendoza Pérez en las próximas elecciones locales. El problema radicó en que las industrias mineras no hicieron nada por la población, ni construyeron hospitales, ni buscaron soluciones para los problemas medioambientales.

Y por la luna debía ir el diputado Igancio Uriarte, un joven del PP ya diputado y presidente de los jóvenes populares, cuando accidentó el coche que conducía contra otro vehículo y dio positivo en el posterior control de alcoholemia. El joven Uriarte, que como cachorro de Aznar sigue sus  enseñanzas, andaba celebrando su futura boda y parece ser  que quiso llevar a la práctica  una de las lecciones del maestro, pero su poca pericia dieron al traste de licenciarse en conjugar alcohol y conducción. Pero a los dirigentes del PP el suspenso en al arte de aunar esfuerzos de que Baco y San Cristobal se lleven bien no se lo tienen en cuentan y nos quieren convencer que a partir de ahora, por el hecho de conducir mamao va a ser mucho mejor político. Las declaraciones de Soraya Sáenz de Santamaría que nos dice que el sufrimiento, el dolor y la preocupación quizás sea el mayor aprendizaje de madurez que puede tener una persona no tiene desperdicio, tal vez creera que el diputado Uriarte era un inmaduro, y si lo piensa  ahora, me pregunto  cuál fue la razón de incluirlo en las listas.

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